Kerala, un “nuevo” mundo
Los ingleses, en su estancia en La India, dejaron un gran legado y una cultura que aún hoy en día perdura entre sus gentes y pueblos



Kerala es un “nuevo” mundo. Un Estado lleno de encanto. Un mundo para el que busca a la vez conceptos históricos, culturales, religiosos y también turísticos. La capital es Nueva Delhi. Está organizado administrativamente en 28 estados. Kerala se sitúa en el sudoeste. Es uno de los más ricos del país, con más futuro económicamente hablando. En contraste con otros que son más secos y algunos semidesérticos como el Rajastan, Kerala tiene agua, tiene vegetación exuberante, tiene vida.
Los ingleses, en su estancia en La India, dejaron un gran legado, una cultura que aún hoy en día perdura entre sus gentes y pueblos. El portugués Vasco de Gama, con la llegada a finales del siglo XV, también aportó cierta personalidad que aún hoy en día muestran los hindús.
No hay dudas de que los marajahas merecen un capitulo aparte. Su reinado durante siglos queda hecho patente en palacios y edificios que les pertenecieron. Ahora son fortalezas y museos tan ostentosos como el Palace del Maharajá de Cochin, el tercer palacio que le perteneció, cronológicamente, a este. El primero se levantó en el año 1555, el segundo en 1800, y último en 1914. Entre lo más valioso que se expone hay que destacar la corona que Vasco de Gama entregó al maharajá en 1502, los colmillos originales de marfil de un elefante que le perteneció y algunos muebles de su despacho oficial. El mosaico fue importado desde algunos países de Europa, especialmente, de Francia.
De todos los patrimonios que cuenta Kerala y de toda La India, el más preciado y a la vez inmaterial es la sonrisa. Es el país de la eterna sonrisa, de la sonrisa sincera y amable. De la sonrisa que te obsequian desde los más pequeños y hasta las personas mayores. Kerala es el destino turístico, por definir de alguna manera el tema, que más regalos entrega a los que la visitan.
Un niño, de no más de 5 años de edad, cuando intercambiamos una tierna mirada, él me regaló una picara sonrisa en la puerta del museo Archaeological Museum de Cochin, justo en el momento que me dispongo a entrar a él para hacer un repaso a sus piezas catalogadas, pertenecientes a uno de los marajahas que tuvo la capital de Kerala, Devidarma.
En un país, quizás el más políglota del mundo, con 407 idiomas y dialectos hablados, donde 22 son los oficiales y reconocidos y 15 de ellos figuran en sus billetes de curso legal, el elefante es uno de los símbolos más conocidos y reconocidos internacionalmente. Kerala, al ser la zona selvática de La India, éste pulula libremente entre palmerales y cañizales de bambú; en algunas circunstancias se deja ver. Periyar Tiger Reserve es una excursión organizada de 2 horas en barca por el lago artificial del Santuario de los Animales Salvajes, durante la cuál se divisan como diferentes manadas de elefantes se acercan a las aguas del lago para beber. Con un teleobjetivo, se pueden conseguir excelentes fotografías.
El elefante, con paciencia y perseverancia, llega a ser domésticado y a la vez ser sumiso. Ravindran K., del distrito de Wayanad, productor de café y propietario de un pequeño complejo hotelero dotado de 4 habitaciones en forma de casitas equipadas con todos los requisitos para pasar unos días en el lugar y disfrutar de la exuberante experiencia de vivir entre una rica variedad de árboles, arbustos, plantes y una fauna donde se escucha el sonido del silencio y el cantar de los pájaros, tiene ésteun elefante que cada día por la mañana después del protocolario rito de llevarlo a higienizar en el río, hace tours por la zona con turistas.


EL KATHAKALI, LA DANZA MÁS FAMOSA DE KERALA
Es la danza en la que más se identifican los lugareños de Kerala como expresión teatral. Tiene una historia de más 500 años de vida. La representación empieza en el escenario delante del público pero antes de abrirse el telón. Los mismos actores se decoran la cara con pinturas espectaculares y vistosas de llamativos colores, en los que el verde, el rojo y el negro son los dominantes. También, pegado con cola, incorporan en la cara, junto a los colores, relieves hechos con plástico que redundan en toda una espectacularidad.
El Kathakali es una obra no hablada, pero de acción. El argumento trata sobre Arjuna, un arquero del clan Pantava; Savage, señor Shiva (cazador), y la esposa del cazador. El egoísmo que muestra Arjona es el objetivo que persigue eliminar Shiva. Entre luchas, amores y desamores transcurre la obra, amenizada con música de persecución ancestral adaptada a ésta. Son varios los locales de Kerala que presentan la obra. River Road de ort Cochin es uno de ellos. En el distrito de Thrissur, inclusive, dada la gran identificación que existe en el Estado, está instituida una universidad del Kathakali, la danza y el teatro autóctono de la zona hindú.
RESERVA FORESTAL DE WAYANAD WILDLIFE SANTUARY
Recorrer el Estado de Kerala es descubrir la mágia que tiene la selva y zonas protegidas de flora y fauna. Es encontrarse con reservas forestales como la de Wayanad Wildlife Santuary, que abren sus puertas para que el turista tenga la oportunidad, a través de un pequeño safari con jeep, recorrer éste a lo largo de una hora y media de recorrido.
Durante la visita, alguna especie de elefantes, tigres, monos, gacelas y hasta pavos reales, saltan a la vista del turista. El silencio se rompe con rugidos del tigre y gruñidos del mono, y con el canto de las aves, algunas de ellas endémicas del lugar. Otra de las reservas, de gran impacto y belleza natural, es Nagarhole Nacional Park con el Tholpetty Wildlife Sanctuary. Los elefantes son los protagonistas de la zona.
No hablar del té de La India, sería como no hablar de las Ramblas de Barcelona para un turista que llega por primera vez a ella. Kerala es café, pero por encima de todo es té. El paisaje se llena de un tapiz verde espectacular, con laberínticos y diminutos caminos que dibujan un caprichoso tablero de ajedrez visto desde la panorámica. Las mujeres van con sus diseñadas tijeras-cajas recolectoras que con el sonido inconfundible del “chic-chic-chic…” van seleccionando las hojas más nuevas de la planta del arbusto.
Con un sol de justicia, a no menos de 35 grados de temperatura, estas trabajadoras de Kerala que se emparaman por las empinadas laderas de sus plantaciones después de una jornada de 9 horas de arduo y duro, llevan a casa una media de 200 rupias (unos 3 euros), según la cantidad de té recolectado. Es todo un espectáculo presenciar el final de la jornada cuando cada brigada de mujeres se concentran con su capataz de la finca para proceder a el pesaje de la cantidad de té conseguido. Las damas se remolinan junto a éste, que tiene en mano una rudimentaria y elemental báscula para llevar a cabo este proceso de pesado. Entre sonrisas y decepciones, emprenden camino de regreso a casa al encuentro con sus correspondientes familias, esperando que el día siguiente sea una nueva y productiva jornada.
No menos espectacular imagen es la que ofrece el mercado de vacas de Menbur. Camiones y más camiones de transporte de cabezas de animales llenan el parking de esta población, situado junto al mercado que a la vez tiene un acceso directo al río que transcurre por la población keraliense. Antes de ser expuestas a los comerciantes, las vacas son conducidas al río para refrescarlas y lavarlas.
En Kerala, al igual que el resto del país, conviven varias religiones. La más importante es la hindú. Después la musulmana. Y, finalmente, la cristina, la ortodoxa, la protestante…La convivencia y relaciones entre sus gentes y religiones se puede calificar de muy buena. No acostumbra a existir conflictos étnicos ni culturales. En una misma ciudad o distrito se conjugan templos, mezquitas e iglesias, que al mismo tiempo de dar asistencia religiosa a sus fieles, presentan una plástica imagen de belleza única.
Capitulo aparte merecen el arco iris de colores y olores que obsequian los comercios de todo tipo que se hilvanan en las ciudades. Es espectacular. Especies, café, té, alimentos, frutas como el Jack fruit, y telas para la confección de vestidos y del clásico sari, vestido por excelencia que lucen las hindús, con sus colores excitantes que hacen más bella y elegante a la mujer keraliense.


PERIYAR TIGER RESERVE
A unos 10 minutos en coche de Thekkady está el pequeño puerto de Periyar Tiger Reserve. Mediante una relajada navegación con barca, los pasajeros recorren a lo largo de unas dos horas las mansas aguas del lago artificial de Periyar, vislumbrado desde cubierta el Santuario de los Animales Salvajes y disfrutando de las manadas de elefantes que pululan por la selva del lugar en busca de agua, además de los jabalíes, las nutrias, los leopardos, las tortugas y los cormoranes.
En la selva, conviven unas 500 habitantes que pertenecen a dos castas: manna y palian que se dedican exclusivamente a la pesca. Aquí está ubicado el pequeño Hotel Palace de seis habitaciones. Para acceder a él hay que hacerlo a través de una barcaza que lleva a cabo el tránsito por este lago.
La villa de Athirapally, situada a unos 70 kilómetros de Kochin, está considerada como uno de los puntos más selváticos de la zona. Por este motivo, los animales que viven en total libertad tienen un hábitat ideal de vida que los hace que se reproduzcan con toda garantía. Pululan en medio de gigantescas palmeras, árboles selváticos y arbustos que quieren competir con otras especies de vegetación más ambiciosas.
El Hotel Raiforest de Athirapally, organiza safaris de medio día con un 4X4 por la selva con el objetivo de ver toda una suerte de animales que danzan en plena libertad por los alrededores del lugar.
Durante la excursión, surgen manadas de elefantes con sus crías que se mueven en busca de la comida del día o de un descanso en el camino. Al ser salvajes, los elefantes son peligrosos, y por lo tanto aproximarse entraña un cierto peligro, más aún cuando van acompañados de los retoños. También sorprenden, los antílopes y los ciervos. Con suerte, se divisan los tigres. Las lucernas, cuando cae la tarde, se encargan de iluminar la noche con una explosión de luces que recuerdan las resplandecientes noches de verano en los calurosos campos leridanos de mi infancia.
En medio de la selva, el viajero descubre la vida que llevan los colonos de la tribu Mulc Icupuzha Tribel Colony. Éstos se dedican a la epicultura, la pesca en los lagos contiguos y a la venta de carne de animales salvajes. Son semi-nómadas y hablan uno de los más de cuatrocientos idiomas que se conocen en la India, el malayalam tamil. Cuando en los meses de junio y julio los monzones arrecian, abandonan sus casas construías de paja para refugiarse en lugares contiguos que ofrecen más seguridad. La colonia la constituyen 100 personas repartidas en 20 familias. Este poblado se formó hace unos 1000 años.
MANJALI, TURISMO DE NATURALEZA
Manjali es un pequeño poblado situado a 45 kilómetros de Athirapalluy. Es un pequeño paraíso para la práctica del turismo de naturaleza. El río Periyar ofrece la posibilidad de pasear por éste con pequeñas embarcaciones construídas de una manera artesana que se deslizan con el remo que ejercen los nativos con cañas de bambú. En medio de la generosa vegetación del lugar, surge un conjunto de especies de flora como el cocotero, el bananero (con 56 clases diferentes), y el teak (árbol del cual sus habitantes extraen la madera destinada a la fabricación de muebles). También, el jackfruit, muy común en esta parte de la India, la tapioca, el arroz, y el bettal nuts y bettal leats, especies de árbol de los cuales consiguen el chiclet.
Las mujeres del lugar tienen por costumbre acudir a las riberas del río Periyar para lavar la ropa y a la vez asearse, debido a que no disponen de agua corriente en sus casas, aunque este hecho prolifera mucho más en la zona del Rajasthan, donde el elemento líquido es escaso.
Las labores de las mujeres en las aguas del río Periyar, se conjugan con las de los hombres del lugar que tienden las espesas redes en sus aguas con objetivo de que en ellas queden atrapadas algunas de las variedades de peces del lago, como son el royal y el pearlspot que nadan placidamente por éstas. Los cerca de 1000 habitantes del poblado se dedican, al margen de la pesca, a la recolección de frutas y verduras.
Más información:
www.keralatourism.org
Enric Ribera Gabandé
Fotos: Pilar Rius