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El diseño guipuzcoano sobre la alta cocina viaja por los Estados Unidos de América
Un estudio y un diseñador donostiarras participan en una exposición de piezas de cocina que recorrerá el país tras su éxito en Washington  Los donostiarras estudio Laia y Josema Carrillo Artola han participado en Washington D. C. en una exposición sobre el diseño en torno a la alta cocina española. La muestra ha estado compuesta por más de cien piezas de treinta firmas, entre ellas las de Javier Mariscal y el cocinero Ferrán Adriá. Lleva por nombre Foodjects y ha sido organizada por la Agencia Española de Cooperación Internacional, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La exposición cerraba sus puertas el pasado domingo en el Apartment Zero de la capital estadounidense para viajar a Los Ángeles, Miami, Nueva York y la canadiense Montreal. La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, señala que la exposición recorrerá también países de la Unión Europea.
El comisario es el diseñador Martín Azúa, nacido en Vitoria, que vive y trabaja en Barcelona. Asegura que la afluencia de visitantes a la exposición, sin cuantificar, "ha superado todas las expectativas". No le extraña, porque "todo lo que tiene que ver con cocina española genera mucho interés". La inauguración, el pasado 8 de mayo, estuvo muy concurrida y la muestra "tuvo una gran cogida en los medios", como el Washington Post, que publicó una doble página sobre ella
ORIGINALES CREACIONES
La obra de Azúa también está presente en la muestra, a través de originales creaciones como el rebotijo, el botijo tradicional rediseñado, irreconocible en la forma, pero que mantiene el barro, cuya porosidad asegura la frescura del agua sin contaminar ni consumir energía. O el llamativo coporrón, un objeto híbrido entre una copa y un porrón, "entre lo sofisticado y lo popular", y que firma con Gerard Moliné.
Laia está compuesto por Anne Ibañez y Deunor Bregaña, que consideran Foodjects "una forma muy digna de dar a conocer nuestro trabajo en lugares de referencia de todo el mundo. Es una iniciativa que esperamos tengan en cuenta las instituciones vascas en pro del desarrollo, la producción y el comercio del diseño de nuestro país", apelan.
El trabajo de Laia ya es conocido fuera. Sus vajillas tienen presencia en "los restaurantes más prestigiosos de todo el mundo". Bregaña cita el Bulli de Ferrán Adriá, el neoyorquino Per Se, el de Seiji Yamamoto en Tokio y el australiano Testsuda Wakuda en Australia, sin olvidar "los mejores restaurantes del País Vasco".
Precisamente, sus creaciones para el Mugaritz de Andoni Luis Aduriz le valieron a Laia el premio Sphere del Arts Director Club New York (ADCNY) el año pasado, el Oscar del diseño gráfico. Deunor explica que el galardón premia la relación prolongada con un cliente y el conjunto de los trabajos realizados para él. El ADCNY tuvo en cuenta "la coherencia formal y emocional" de los objetos y la gráfica diseñados por el estudio para el restaurante, "así como la creación de un pequeño universo, un relato cultural con espesor y credibilidad". Entre los diez trabajos que presentó Laia están la marca, la tipografía, el 'pasaporte-menú de la república de Mugaritz', las cartas y la vajilla.
FORMAS NATURALES
Azúa destaca que Bregaña e Ibañez "han investigado sobre las formas naturales consiguiendo resultados muy escultóricos pero también funcionales". La exposición ofrece buenas muestras de ello, como el Plato Lunar Hondo, inspirado por el agua y sus marcas. Su estructura de pequeños cambios de nivel es capaz de capturar la luz enfatizando las cualidades líquidas de muchas recetas maestras.
La Cúpula Manzana, también de Laia, pertenece a una línea de pequeños recipientes inspirados en temas vegetales que permiten presentar los alimentos para ser descubiertos a través del olor, el sabor y la temperatura.
Carrillo Artola es profesor de la escuela de diseño de Irun y forma con Jaume Ramírez el equipo Zoocreative, que firma un frutero y dos bandejas de mesa en Foodjects. Azúa resalta que “han planteado cuestiones ergonómicas y funcionales que no por ello están exentas de belleza formal”.
Las bandejas de mesa son de servir pero también se pueden usar como superficie para comer gracias a un simple corte que facilita el acceso a los alimentos. En cuanto al Frutero Lorea, también de madera natural estratificada y prensada, es "un ejercicio de papiroflexia inspirado en las flores".
Zoocreative considera Foodjects "un evento-acción alentador, ya que comunica de forma clara que el diseño de objetos está relacionado con los actos cotidianos de las personas. La exposición muestra la relación contemporánea entre persona y comida, y cómo esta relación está influenciada por las nuevas formas de relación sociales e interculturales y los nuevos parámetros que intervienen en el proceso de diseño como el de la sostenibilidad".
Se podría decir mucho más de Foodjects, pues también presenta la cuchara con pinza diseñada por Luki Huber para que los clientes del Bulli puedan oler una cosa y comer otra, la cuchara con una ranura para poder escribir de Julia Mariscal, otro botijo con forma de botella de agua llamado La siesta, y así hasta más de cien piezas que demuestran que, si los cocineros españoles andan bien de inventiva, los diseñadores no les van a la zaga.
Unai Maraña
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